Los pacientes con dolor crónico pueden tardar más de 10 años en ser tratados en una unidad especializada cuyas listas de espera “son enormes”. Así lo manifestaron varios especialistas durante el diálogo sobre el ‘Impacto biopsicosocial del dolor crónico en España’ celebrado en la agencia de noticias Servimedia con el apoyo de Grünenthal en noviembre de 2023.
El dolor crónico, definido como aquel que persiste durante más de tres meses, puede tener un impacto devastador en la calidad de vida de quienes lo padecen, afectando su capacidad para trabajar, relacionarse socialmente y realizar actividades cotidianas. Sin embargo, los tratamientos convencionales como los analgésicos pueden no ser suficientes para controlar el dolor de manera efectiva a largo plazo.
¿Cuáles son las causas del Dolor Crónico?
Algunas afecciones que pueden desencadenar Dolor Crónico son:
- Infecciones
- Problemas de Espalda
- Cáncer
- Migraña o Dolor de Cabeza
- Artritis
- Fibromialgia
- Daño en los nervios
- Una cirugía anterior que no se ha curado
Abordaje del dolor
Una de las estrategias más destacadas es la terapia de neuroestimulación, que utiliza dispositivos implantables para modular las señales de dolor en el sistema nervioso. Estos dispositivos, conocidos como neuroestimuladores, envían impulsos eléctricos a las áreas del cerebro asociadas con el dolor, proporcionando alivio a los pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos convencionales.
La terapia de neuroestimulación puede parecer fuera del alcance en nuestro entorno, sin embargo, existen otras opciones efectivas y más accesibles, como la terapia de ejercicios y la fisioterapia adaptada. Estudios recientes han demostrado que un programa de ejercicios supervisado y diseñado específicamente para abordar el dolor crónico puede ser altamente efectivo para reducir la intensidad del dolor y mejorar la funcionalidad física. Estos programas suelen ser accesibles y pueden llevarse a cabo en centros de atención primaria o incluso en el hogar, con la orientación de un profesional de la salud.
Además, se ha resaltado el potencial de la terapia psicológica cognitivo-conductual, que se centra en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento asociados con el dolor crónico. Esta terapia puede ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades para manejar el dolor, reducir la ansiedad y mejorar su calidad de vida, y puede ser ofrecida a través de servicios de salud mental comunitarios o programas de apoyo.
Otra estrategia accesible es el uso de técnicas de relajación y meditación guiada, que pueden ser aprendidas y practicadas de forma gratuita a través de recursos en línea, bibliotecas locales o grupos de apoyo comunitarios. Estas técnicas han demostrado ser eficaces para reducir la percepción del dolor y mejorar el bienestar emocional en pacientes con dolor crónico.